El año pasado asistí a la conferencia de PoCC (conferencia para personas de color) organizada por NAIS (Asociación de escuelas independientes), donde la equidad y la justicia son la base fundamental del aprendizaje y del desarrollo organizacional. En esta conferencia, que tuvo lugar en Seattle en 2019, tuve la oportunidad de ver a varios presentadores que me hicieron caer en cuenta de las injusticias sociales, racismo, privilegios y la importancia de una competencia cultural y de identidad en nuestra sociedad.
A partir de esta experiencia empecé a buscar formas de educarme a mí misma y de trabajar constantemente en ser una persona anti-racista, desafiando mis prejuicios y buscando más a fondo como incluir en mi currículum temas culturales y de justicia social.
Entendí que para llegar a esto, no debemos juzgar a los otros por tener conductas intolerantess, sino que debemos trabajar diariamente en nosotros mismos antes de intentar cambiar a los demás. Fue así como empecé a documentarme por medio de diversas fuentes como Teaching Tolerance, que tiene como misión ayudar a los maestros a educar a los niños y jóvenes a ser participantes activos en una democracia diversa donde los niños sean valorados como miembros activos de una sociedad donde se alienta a desafiar los prejuicios y aprender a ser agentes de cambio en sus propias vidas a través de 4 elementos: identidad, diversidad, justicia y acción, teniendo como base la tolerancia que según la UNESCO es el respeto, aceptación y apreciación de la rica diversidad de culturas de nuestro mundo, nuestras formas de expresión y formas de ser humanos.
Fue así como después de 11 años me anime a enseñarle a mis estudiantes sobre el Día de los Muertos, pues anteriormente, no me sentía con el conocimiento adecuado y con el derecho de contar una historia que nunca he vivido, pero leyendo más en los documentos de Teaching Tolerance, me anime a introducirlo este año. La idea no es apropiarme de una cultura que no es la mía, sino como lo dice Teaching Tolerance de encontrar experiencias válidas en nuestras clases donde nuestros estudiantes se identifiquen y donde respetemos las diferencias culturales. Todos en algún momento de nuestras vidas experimentamos la muerte de algún ser querido, y eso nos hace vulnerables y nos conecta de una manera más profunda. Hablar sobre los muertos, no es algo que nuestros estudiantes a menudo experimentan, pero es un tema que tiene en común honrar a nuestros seres queridos sin importar la forma en que se celebre y que genera empatía por no ser ajeno a nadie.
Este año, me documenté y empecé contando sobre los orígenes del Día de los Muertos y a partir de esa introducción les hable a los estudiantes de cómo debemos respetar otras culturas y surgieron conversaciones muy valiosas de cómo a pesar de ser diferentes nos conectamos con esta celebración que recuerda a los difuntos de una forma alegre y llena de vida. Cabe resaltar que aunque enseño español, muchas de esas conversaciones fueron en inglés, pero no podía dejarlas pasar en vano, pues las conexiones que encontramos entre nosotros fueron invaluables.
Una de las cosas que siempre recordaré de haber estudiado teatro es que siempre en el escenario los elementos que hacen parte de la escena tienen un motivo u objetivo. No son solo un decorado que se pone allí sin ninguna razón valedera, y esto a menudo lo asemejo con mis clases, ya que a veces se desconoce el verdadero valor cultural y el origen de algunos temas que enseñamos.
Por último quiero agregar que todo lo que se hace en este día tiene un valor magnífico en la cultura Mexicana y lo respeto por encima de todo. Es por eso que más que hacer una ofrenda en mi clase, lo primero es conocer el orígen cultural, y las razones por las cuales el día de los muertos se celebra de la forma en que se hace.
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