Una de las formas que me ha funcionado para enseñar las emociones en una clase de idiomas, es hacerlo en contexto. Antes de empezar a enseñar con Input Comprensible, acostumbraba enseñar emociones como un tema separado, donde estudiabamos vocabulario pero nunca hablábamos de cómo realmente nos sentíamos. Veía que por mas que les preguntara a mis estudiantes cómo estaban no lograban adquirir la lengua y ni siquiera podían entender cuando les preguntaba: ¿cómo estas?, ya que lo único que habían aprendido era a memorizar palabras sin saberlas usar en contexto.
Desde hace 4 años que empecé con el Input Comprensible, empecé a incluir los saludos y emociones como parte de mi rutina en la clase. Cuando tenía mi salón los niños me esperaban en una fila afuera y los saludaba uno por uno y en la puerta, donde ponía las fotos con las emociones para ayudarles a recordarlas.
Hoy en día, saludar a mis estudiantes y preguntarles cómo están es un ritual en mis clases, incluso durante la enseñanza virtual, donde a través de Zoom comparto en la pantalla los visuales que les sirven como punto de referencia. A veces también varió la actividad haciendo preguntas en grupo o clasificando las emociones con colores.
Además de adquirir la lengua en contexto, saludar a los estudiantes es una forma de conectarme con ellos y de crear comunidad. Los niños son tan naturales y honestos que siempre dicen cómo se sienten, y si alguno de ellos ese día no se siente bien, hablamos de cómo debemos respetar los sentimientos de otros y respetar los espacios, ya que la salud emocional en los niños va ligada a las características sociales y emocionales del entorno en donde viven.
Es por esto que las emociones, no deben ser un tema al azar que se enseñe un par de semanas, sino que debe convertirse en parte de la rutina, donde los niños continuamente utilicen las palabras en contexto teniendo como meta final la comunicación. Tal como lo propone el Dr. Krashen en sus estudios sobre la adquisición de lenguas.
Cabe resaltar que mis estudiantes al inicio del año escolar no respondían con palabras pero me demostraban que entendían los mensajes cuando señalaban las emociones que tenía puestas en la puerta de mi salón o respondían en inglés. Recordemos que todo es un proceso y como todo proceso toma tiempo y paciencia.
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